He querido inagurar este nuevo blog homenageando a esas personas que viven en sus carnes la impaciencia de aguantarnos, de sufrir la imperfección y aguantar las manías y hechos que todos somos y no podemos cambiar.
Un beso, ¡ cari !.
No hay nada que hacer, la tele es aburrida como casi siempre, la tarde fria y los días por venir están llenos de celebraciones.
Oh, dulce navidad.
Creo que no me gusta la navidad, al fin y al cabo solo es una escusa para poner cara de felicidad. Antes si, era todo diferente, no sabias de verdad quienes eran los reyes y pensabas que el barbudo gordinflón se quedaba atascado en la chimenea. La inocencia lo podía todo y te veías rodeado de familia y amigos por todas partes, ahora la familia y amigos siguen ahí, pero no la inocencia, "de mayor quiero aprender a ser pequeño".
A pesar de todo para ti mil besos y feliz navidad.
Y a poner cara de felicidad.
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