martes, 27 de diciembre de 2011

War

Me molesta el casco y la pelliza, estoy agachado en la trinchera del campo de batalla, cada tres minutos saco la cabeza y disparo mi fusil a ráfagas, esto es la guerra y aviones aliados bombardean las líneas enemigas. Llevo días sin tomar tostadas en el desayuno, solo tenemos agua y pan. El coronel dice que esto durará poco y que son solo días, pero los alemanes resisten y nosotros solo tenemos pistolas de agua y granadas de paz. Antes he visto como traían munición y víveres con la camioneta de la patrulla, con eso pasaremos unos días más en estos pasadizos que cavaron años pasados nuestros compatriotas. Dispararemos contra las montañas que tenemos un poco más adelante para invaadir el campamento y después seguiremos avanzando. Hoy hace mucho frío, por la noche tuvimos que hacer una hoguera con la madera de las cajas de fruta y las mantas han quedado cubiertas de escarcha, al amanecer a salido el sol y a secado nuestras ropas, aquí el clima cambia por horas, casi diría que por minutos. Me acuerdo mucho de mi pueblo, de cuando jugaba por las calles de pequeño y corría y corría para divertirme, hoy no puedo salir corriendo porque sería diversión para los francotiradores, he de quedarme quieto pero sin parar de disparar y disparar y disparar y disparar...

También soñé que nevaba en medio de la batalla, en esos días en los que aparecí en el centro de la guerra.
Ahora, despierto ya, en el centro de la navidad todavía no ha caído ningún copo, tan tradicional en estas fechas de ¿paz?.






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